Papa Francisco

PRIMER PONTÍFICE LATINOAMERICANO

• El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio de 76 años, quien se hará llamar Francisco, presumiblemente en honor de San Francisco de Asís, es el sucesor del renunciante Benedicto XVI. Es el primer pontífice en llevar ese nombre, el primer latinoamericano y el primer jesuita en ocupar el sillón de San Pedro. La elección fue el miércoles 13 de marzo.

• El nuevo Papa fue elegido en la quinta votación del cónclave. Esta comenzó el martes en la capilla Sixtina del Vaticano y a ella asistieron 115 cardenales procedentes de 50 naciones. Tras el humo blanco que salió alrededor de las 7:00 p.m. local (1:00 p.m. de Lima), todo el mundo aguardaba impaciente para conocer al nuevo Papa. Prácticamente a la vez, el repique de campanas de la basílica de San Pedro confirmaba que el Trono de San Pedro tenía nuevo inquilino. Bergoglio no estaba en los pronósticos de nadie pese a que, en el 2005 quedó segundo en la votación con la que se eligió al alemán Joseph Ratzinger como sucesor de Juan Pablo II.

• Una hora después se abrieron las ventanas de la basílica de San Pedro y el famoso "Habemus Papam" (Tenemos Papa) develó la identidad de Bergoglio quien se convirtió en el Papa 266.

• Francisco se presentó vestido con la sotana blanca y con la estola, pero sin esclavina roja. Esa vestimenta puede ser la muestra de que quiere ser un Papa sencillo. Se asomó a la plaza con un gesto emocionado y un sencillo Buona sera (Buenas tardes). "Antes que nada, quiero pedirles un favor: quiero rezar una oración por nuestro Papa emérito Benedicto XVI. Oremos todos juntos por él para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo guarde", siguió en italiano el pontífice y rezó el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria.

 

 

• En una breve intervención, el nuevo Papa sostuvo que ahora empieza "un camino" para el que pidió que recen unos por otros para que haya una gran fraternidad.

• "Espero que este camino de la Iglesia que hoy comenzamos sea de evangelización". Además pidió rezar en silencio por él, para que Dios lo ayude en su labor y la multitud guardó silencio por unos minutos. A continuación concedió su primera bendición e indulgencia Urbi et Orbi a la ciudad de Roma y a todo el mundo y, antes de despedirse, anunció que el jueves iba a rezar ante la Virgen María para que custodie la Iglesia.

• El nuevo Papa nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, en el seno de un matrimonio de italianos. Fue a la escuela pública. Estudió para ser técnico químico y a los 21 años decidió entrar al seminario jesuita. Obtuvo la licenciatura en Filosofía. A los 33 años se ordenó sacerdote y poco después comenzó una rápida carrera en la Compañía de Jesús.

• A los 37 años llegó a ser jefe de los jesuitas de su país. En 1992 fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires y se convirtió en el jefe de la Iglesia de su ciudad, una de las más pobladas del mundo, en 1998.

• En 2001, Juan Pablo II lo nombró cardenal. Después llegó a presidente de la Confederación Episcopal Argentina, cargo que ocupó hasta el 2011.

• Ha sido reconocido por modernizar la Iglesia argentina y es un hombre austero, de marcada espiritualidad y apegado a las tradiciones seculares del catolicismo. Nunca vivió en una mansión elegante y viajaba en transporte público. Los viajes a Roma los solía hacer en clase turista. Bergoglio se ha distinguido por sus discursos denunciando la pobreza, la corrupción y lo que él llamaba "crispación" política.

• La elección del Papa ha generado muchas expectativas en el mundo entero. Bergoglio conoce de cerca la realidad social que aqueja a la comunidad latinoamericana y tendrá nuevos retos por cumplir y deberá ser un excelente conciliador para lograr la unidad de la Iglesia Católica.

• Francisco tiene que recuperar la buena imagen de la Iglesia, devolverle la confianza y renovar la esperanza en los católicos. Debe realizar una reforma de la curia y la potenciación de la nueva evangelización en un mundo cada vez más secularizado.

• Asimismo, debe afrontar los casos de clérigos pederastas, el celibato sacerdotal, una mayor presencia de la mujer en las instituciones de la Iglesia y la mejora de relaciones con el Islam y con los judíos. Se espera que Bergoglio conduzca la estructura de la Iglesia con mano férrea y con una marcada preocupación social.